Israel es famoso por muchas cosas y atracciones, pero no por sus montañas. El punto más alto de Israel alcanza solamente 2.236 metros, lo que no es muy alto en comparación con otras cumbres, incluso en Oriente Medio.
Puede que las montañas no sean tan altas, pero no hay duda de que son súper interesantes. Su fascinante historia, la naturaleza que los rodea y las impresionantes vistas son ventajas locales de las cumbres de Israel. En la cumbre, por encima de todas las demás, se encuentra Masada, una antigua fortificación asentada en una meseta rocosa que domina el desierto de Judea y el Mar Muerto. Con una impresionante historia detrás de la roca, antigüedades antiguas que existen hasta nuestros días y una vista excepcional, Masada es uno de los lugares turísticos más famosos y queridos de Israel. En el siguiente texto explicaremos por qué.
Contar una historia
¿Ha escuchado una buena historia recientemente? Desde siempre, las historias han sido un factor importante en la cultura humana. La historia de la tierra de Israel está llena de historias fascinantes, y la de los colonos de Masada es una de las mejores, con mucho material de reflexión para las próximas generaciones. No queremos hacer ningún spoiler, así que sólo mencionamos que incluye romanos, judíos, amenazas externas y conflicto interno.
El sitio de Masada, muy bien organizado, cuenta la historia con claridad, con señales informadas y vestigios de las antigüedades. Una visita independiente o guiada a Masada no sólo es un placer para la vista, sino una excelente oportunidad para conocer una de las grandes historias del ser humano.
Las rocas vivientes
Los yacimientos arqueológicos pueden parecer lugares aburridos. Muchas rocas, algunas ruinas poco claras, herramientas de excavación y un ambiente general de obra de construcción. El sitio de Masada es todo lo contrario: debido a la lejanía de Masada, durante los últimos dos mil años ha permanecido mayormente sin ser tocado por el hombre o la naturaleza, por lo que se puede ver el aspecto del sitio casi como era en su antiguo pasado. Las ruinas y la asombrosa restauración realizada en el lugar cuentan una historia fascinante sobre los tiempos antiguos. Los edificios de piedra son de piedra, por supuesto, pero parecen tan vivos.
Aquí viene el sol
Israel es la tierra del desierto: gran parte del país se considera un desierto, con menos de 200 ml de precipitación al año. Puede que no sea el mejor escenario para la agricultura, pero es una buena noticia para cualquiera que ame los amaneceres impresionantes. Masada, situada sobre la meseta de roca en medio del desierto de Judea, es uno de los mejores lugares de Israel para ver salir el sol. Sólo recuerde poner el despertador lo suficientemente temprano, para que le dé tiempo a subir a la cima y ver la puesta de sol desde el sitio mismo.
Llegada a pie o por cable
Masada, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2001, es un lugar que sin duda merece la pena visitar, aunque exija algo de escalada. Hay dos opciones principales para llegar al lugar: a pie o en teleférico. La ruta de senderismo a Masada, conocida con el nombre de «la senda de la serpiente», es un camino largo y sinuoso, que lleva algo de tiempo hacer, aproximadamente una hora. Es muy recomendable para cualquier persona a la que le guste mover un poco el cuerpo. El camino puede ser un poco desafiante, pero también es muy hermoso, con increíbles vistas del desierto que se vuelven amplias y claras en el ascenso.
La segunda opción del teleférico es perfecta para quien no quiera ir a pie pero sí estar en Masada. Es cómodo y apto para cualquier persona de cualquier edad y sexo.
Sonido y visión
El sitio de Masada no se apoya sólo en las antigüedades. Podrá disfrutar de un espectáculo de luz y sonido que se presenta cada noche en la cara oeste de la montaña. Masada también es conocida por sus conciertos de música al amanecer, en los que participan importantes orquestas y famosos artistas israelíes que atraen al lugar una gran cantidad de público.